Del Adriático a Atacama
procesados por el color,
la emoción, las historias
y los recuerdos...
Comentario de Rafael Rosende
Santiago, 2012
Aquí hay algo que está
más allá de las palabras.
De momento, percibo
una invitación a asomarse
a estas ventanas a lo desconocido
que tal vez no sólo se encuentran
en tu propio mundo y riqueza interior
sino también en el espectador,
en nosotros mismos (within & without)
y que posiblemente no nos
habíamos percatado antes...
Un oscilar entre esa luz,
el color desplegado con
contenida intensidad;
esos reflejos que provienen
del exterior y que iluminan
capa tras capa los muros
en que tal vez
está compartamentalizada
nuestras propias vidas,
pero que no oprimen
ni se agotan
en dicha frontera,
porque a través de
las texturas adquieren
un espesor en el que
uno puede perderse,
como en la multiplicidad
de universos que se vislumbran
guiados por la mano gentil
y audaz de la artista.
La prudencia de la audacia,
decía Cocteau, consiste
en saber hasta dónde
llegar demasiado lejos.
Dependiendo del momento
o la actitud de la mirada,
oscilamos por momentos
entre la curiosidad por indagar
más allá de lo que alcanzamos a ver
y otras veces nos dejamos llevar
por un placentero sosiego
cobijados por la coloratura
-casualmente estoy escuchando
música mientras contemplo-
la fina composición
y una libertad sin límite...
Fragmentos en que se congregan
y equilibran: belleza, paz y misterio...
Decir gracias por esto
pareciera poca cosa...
casi mezquino
Por eso es mejor callar
que hablar demasiado...